lunes, 10 de junio de 2013


Diccionario básico de canarismos.
Letra C (VI)

Cernidero:
1. m. Lz y GC. Lluvia fina, persistente y sin viento. Ahora sí está la tierra empapada, porque llevamos tres días con este cernidero.

Cernir:
1. v. LP. Florecer la vid. Es bueno darle por lo menos una azufrada a la viña antes de que empiece a cernir.

Cerrado:
1. m. Fv. Cierre de una edificación a la altura de la parte superior. Celebraron el cerrado de la casa con un asadero.

Cerrero/ra:
1. adj. Dicho de una persona o un animal, excitado por el apetito sexual. Al final resultó que era un cerrero de mucho cuidado.

2. adj. GC y Tf. Dicho del ganado, que se muestra indómito.

3. adj. GC. Aplicado al café, que no tiene azúcar.

Cerreta:
1. f. Listón de madera que va de proa a popa, a lo largo del interior de cada banda de la embarcación, para afirmar bien su estructura. Tuvieron que cambiarle la cerreta al barco, porque la que tenía era de madera mala y se estaba pudriendo.

Cerro:
1. m. Aleta dorsal del pez. La mayoría de los pescados se jarean por el cerro.

2. m. Elevación alargada del terreno, con la cumbre afilada. Los dos barrancos estaban separados por un cerro de laderas muy escarpadas.

Cerrudo:
1. m. Hi. Bocinegro pequeño.

2. m. Go. Pargo (Dentex gibbosus) pequeño, que todavía tiene un radio de la aleta dorsal muy alargado.

Chaboco:
1. m. Hendidura o hueco en un risco.

2. m. Lz. Cavidad u oquedad abierta en la lava, donde suelen plantarse árboles frutales. Esa higuera está asocada porque la plantaron en un chaboco.

Chabosco:
1. m. Lz. Chaboco.

Chácara:
1. f. Tf, Go y Hi. Especie de castañuela grande, con la que se acompañan ciertos ritmos del folclore tradicional. U. m. en pl. Las chácaras y el tambor son los instrumentos más característicos del folclore gomero.

2. f. Tf. Pezuña del ganado vacuno.

Chacarazo:
1. m. Go. Golpe dado con las chácaras. En la parranda se oían más los chacarazos que las voces de la gente cantando.

2. m. Go. Golpe en general. Sin darse cuenta, le dio un chacarazo al niño que estaba sentado a su lado.

3. m. Go. Trago de licor o bebida alcohólica. Después del cafecito, siempre se manda un chacarazo de mistela.

Chacarear:
1. v. Go. Tomar bebidas alcohólicas en exceso. ¡No le va a doler la cabeza, si estuvo ayer todo el día chacareando!

2. v. Go. Masticar mucho un alimento.

Se pronuncia generalmente chacariar.


Chacaritas:
Irse para Las Chacaritas. Morirse. Como no te tomes las medicinas, te vas a ir para Las Chacaritas.

Chacarona:
1. f. Mujer hombruna entrada en años, especialmente si es soltera.

Chacarudo/da:
1. adj. Go. Dicho de una persona, de cara grande. Se enamoró de un hombre gordo y chacarudo que apareció por el pueblo.

2. adj. Go y Hi. Dicho de una persona, de boca grande. Era un hombre alto, chacarudo y con las orejas abanadas.

Chacho/cha:
1. m. y f. Fórmula apelativa que se usa entre iguales, generalmente para llamar la atención o expresar sorpresa. Chacho, a ver si me devuelves el libro que te presté.

Chafallo:
1. m. LP. Cosa vieja y despreciable.

2. m. LP. Persona de mala reputación. Le aconsejaron que no se fiara de ese chafallo, porque tarde o temprano la engañaría.

Chafalmeja:
1. com. Persona de conducta informal e irresponsable. ¡Cómo no voy a desconfiar de él, si siempre ha sido medio chafalmeja!

Chafeña:
1. f. Tf. Tafeña.

Chajoco:
1. m. Hi. Huerto pequeño. En el chajoco que tenía detrás de la casa, había plantado verduras y unas matas de tomate.

Chajora:
1. f. Tf. Chajorra.

Chajorra:
1. f. Tf, Go y Hi. Nombre que se da a diversos arbustos endémicos de las Islas, del género Sideritis y de la familia de las labiadas. Son semejantes a la salvia, y se caracterizan por tener recubiertas sus hojas por una fina y suave capa algodonosa. Se les atribuyen propiedades medicinales. Dicen que el agua de chajorra alivia la tos. En otras zonas de Canarias se conoce con los nombres de chajora, chaora y tajora.

Chalana:
1. f. Pequeña embarcación de fondo plano y popa cuadrada, que se emplea como auxiliar de otra mayor. Para embarcar en la falúa, cogemos la chalana que tenemos en el varadero.

2. f. Zapato grande que queda poco ajustado a la persona que lo calza. No le van a servir esas chalanas a tu madre, porque ella tiene el pie muy pequeño.

3. f. Or. Pie grande. Para esas chalanas que tiene, no es fácil encontrar en las rebajas unas zapatillas aparentes.

Chalanguero/ra:
1. adj. Natural de Valle Gran Rey, municipio de la isla de La Gomera. U. t. c. s.

2. adj. Perteneciente o relativo a este municipio.

Chambergo:
1. m. Tf y LP. Individuo mal arreglado, mal vestido. Llegó por aquí un chambergo que, al verlo, nos dio mala espina.

A la chamberga. De cualquier manera, de modo desordenado. No me gusta que me ayude, porque él hace las cosas a la chamberga.

Chambra:
1. f. Lz, Tf y LP. Abrigo de niño pequeño. U. m. en dim. Ahora estaba entretenida haciéndole una chambrita a la nieta.

2. f. GC, Tf y LP. Cada una de las dos prendas infantiles que se utilizan en los primeros meses, una sin mangas, abierta por delante, y otra con mangas, abierta por detrás. U. m. en dim.

Chamizo:
1. m. Tf, Go y LP. Leña menuda que se emplea, entre otros fines, para hacerles la cama a los animales.

2. m. Tf y LP. Trizas.

3. m. Tf y Go. Persona despreciable. Parecía buena persona, pero resultó ser un chamizo.

Chamorraje:
1. m. Lz y Fv. Conjunto de chamorros, peces.

2. m. Fv. Conjunto de peces menudos. El chamorraje chico se tira a la carnada y no deja comer al pescado grande.

Chamorro:
1. m. Or. Bocinegro pequeño.

2. m. Fv. Bocinegro de tamaño intermedio entre el del gambusino y el del payete.

3. m. Lz y Fv. (Pachydema, Tropinota, etc.) Insecto coleóptero, usualmente de color castaño o pardo, con tegumentos lustrosos y extremidades con pelos. Lo curioso es que a los chicos les daban asco los escarabajos negros y, sin embargo, jugaban con los chamorros.

Chamorro de miel. (Bombus canariensis) Insecto himenóptero de unos dos centímetros de largo y cuerpo negro y velludo, que zumba mucho al volar. En el extremo del abdomen lleva un aguijón. Su picadura es bastante dolorosa. En otras zonas de Canarias se conoce con el nombre de abejón.

Champurreado:
1. m. Mezcla de ron con vermú o con ginebra. Se tomó un champurreado de esos y le entró un dolor de cabeza terrible.

2. m. Or. Mezcla de ron, azúcar y azufre, a la que se le atribuyen cualidades terapéuticas para el catarro. Antes de acostarse se tomó un champurreado y casi no tosió en toda la noche.

3. m. Or. Pieza musical en la que se mezclan fragmentos de canciones diferentes. Los de ese grupo no cantaron una canción completa, sino un champurreado.

4. m. LP. Mezcla de comida, generalmente de poco valor.

Se pronuncia generalmente champurriado.

Champurrio:
1. m. Hi. Potaje cuya base son las hortalizas o verduras, pero en el que no se utilizan ni las legumbres ni los cereales. Con el frío que hacía y el hambre que teníamos, nos comimos un champurrio que nos supo a gloria.

Chamusca:
1. f. Tf. Enfermedad de la papa provocada por ciertas causas atmosféricas, y particularmente por las serenadas.

Chanchán:
1. m. Tf. Chaucháu.

Chancho/cha:
1. m. y f. Fv. Persona sumamente sucia. Cuando se sienta en la plaza, nadie se le acerca, porque es un chancho.

Chanclo:
1. m. Zapato viejo y de desecho. ¡No sé cómo no le da vergüenza salir a la calle con ese traje sucio y esos chanclos!

2. m. Prostituta físicamente muy ajada. Dicen que en sus tiempos era muy vistosa, pero ahora es un chanclo.

3. m. Persona despreciable. Si no hubiera sido tan chanclo, no lo hubieran echado del trabajo.

Chaora:
1. f. Tf. Chajora.

Chapa:
1. f. Or. Trozo de terreno enladerado que se cultiva. Ahí, en esa montaña, el alcalde tiene una chapa preciosa plantada de papas.

2. f. Hi. Trozo de terreno llano que se cultiva.

3. f. Tf. En un terreno erial, zona que está cubierta de una misma especie arbustiva.

Chapapote:
1. m. Lz y GC. Enlucido basto, sin alisar, que se da a los desconchones de una pared. Como no encontraba a ningún albañil bueno, se buscó a un amañado para que le pusiera unos chapapotes a la pared del cuarto.

2. m. LP. Comida mal hecha y de mala presentación.

3. m. Lz, GC y LP. Mancha grande que queda en un vestido o en la superficie de una cosa, producida por una sustancia grasa al secarse. Después de la chuletada, quedó el piso de la cocina lleno de chapapotes de grasa.

Chaplón:
1. m. Lz, Fv y Tf. Escalón ante la puerta de la calle. En las noches de verano, la gente mayor se sentaba en sillas al aire libre y los chicos en el chaplón.

Chapotear:
1. v. Enlucir las paredes con un encalado y sin alisar. En el cuarto de aperos chapotearon las paredes con mezcla.

Se pronuncia generalmente chapotiar.

Chaquetear:
1. v. LP. Comer. ¡Con el hambre que tengo, no veo la hora de chaquetear!

Se pronuncia generalmente chaquetiar.

Chaqueteón/na:
1. adj. LP. Comelón. U. t. c. s. ¡Cómo no va a estar gordo, si toda la vida ha sido un chaqueteón!

Se pronuncia generalmente chaquetión.

Charasca:
1. f. Go. Leña muy menuda para encender fuego. Si no se le echa un poco más de charasca, ese fuego nunca va a prender bien.

Charasco:
1. m. Go. Ramas secas de árboles, sobre todo de brezo y haya. Los camiones del Ayuntamiento cargaron todo el charasco que encontraron en el monte.

Charco:
1. m. Pequeña laguna litoral separada del mar por una faja arenosa o rocosa. La gente mayor prefería bañarse en el charco, porque allí no llegaban las olas.

2. m. Cada una de las pequeñas lagunas que se forman en la zona rocosa intermareal cuando baja la marea. Los niños se entretenían cogiendo pescaditos en los charcos.

Charilla:
1. f. Tf. Caballa pequeña. En otras zonas de Canarias se conoce con el nombre de maya.

Charquero:
1. m. Charco que se forma en el suelo al llover o al desparramarse un líquido. Cada vez que se pone a fregar la loza, deja un charquero en el suelo.

2. m. Sitio lleno de lodo, lodazal.

Charrancha:
1. f. Pequeño trozo de palo que se emplea como puntal o soporte de otra cosa.

Charrascada:
1. f. LP. Mordida, tarascada. El niño me dio una charrascada tan fuerte, que me dejó la marca en el brazo.

Charrasquido:
1. m. Ruido agudo y desagradable emitido por dos objetos al rozar. La rueda estaba rozando con el guardafango y provocaba unos charrasquidos tremendos.


Fuente: Academia Canaria de la Lengua.

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